Por Nerina Neumann
Nadie desconoce el potencial del sur bonaerense. Desde las crónicas que precedieron al proyecto de la Nueva Provincia a fines del siglo XIX, la consolidación de ciudades y localidades atravesadas por un espíritu desarrollista e innovador en el siglo XX, una capacidad de reconversión y una mayor densidad poblacional en los últimos años. Mucho se ha escrito sobre la ubicación estratégica, las riquezas naturales y el valor del recurso humano que presenta esta región de la Argentina.
Afortunadamente los mejores pronósticos sobre las bondades de esta zona no solo se han cumplido, sino que también aparecieron nuevos factores que potenciaron esta región de inmigrantes, ubicada a 500 kilómetros del AMBA, dividida en 22 municipios, y que se extiende desde la llanura pampeana hasta la Patagonia, sobre la costa maragata del Rio Negro.
Pero, como tantas otras regiones de esta provincia tan diversa y compleja, no siempre vemos reflejada su importancia en la agenda de prioridades que manejan los gobernadores de turno, más preocupados por lo que ocurre en el AMBA y los alrededores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Desde 1987 hasta aquí, los gobernadores de la provincia de Buenos Aires han sido fieles representantes de los intereses de la zona metropolitana, o directamente vecinos de la ciudad, que desconocen las particularidades de la compleja realidad bonaerense.
Pese a todo, esta zona puede mostrar un gran desarrollo en muchos aspectos que hacen a la calidad de vida de su población más allá del derrotero de la tradicional producción agrícola-ganadera, del turismo, de la pesca, las salinas, las canteras y las energías renovables.
Se destacan también una gran infraestructura en transporte, como aeropuertos y aeródromos, carreteras, ferrocarril, gasoductos, líneas de alta tensión, puertos marítimos multipropósitos y oleoductos. A su vez, nos encontramos con cadenas de valor asociadas a la industria metalmecánica, molinera, petroquímica y textil muy desarrollada; y -una dimensión cada vez más estratégica en la era del conocimiento-, una gran oferta académica y de calidad, con la Universidad Nacional del Sur, la Universidad Provincial del Sudoeste y una amplia oferta de instituciones privadas.
Más allá de las riquezas y del potencial en varios nichos de la producción, afrontamos al igual que el resto de la Provincia un déficit institucional: una burocracia desmedida e ineficaz y la presión fiscal y política de los gobiernos (nacional y provincial).
Este debate alrededor de las desigualdades que se transforman en injusticias es una constante en la historia de la provincia de Buenos Aires, y muchos proyectos trataron de encarar una reorganización política o administrativa, que busque la equidad entre vecinos de la misma provincia.
Independientemente de las particularidades de cada uno de estos proyectos, lo cierto es que hoy la realidad es la que tenemos y la que soportamos.
En este aspecto, las urgencias retrasan los debates más profundos y necesarios. Por eso, y más allá de las medidas de fondo que se puedan tomar en un futuro no tan lejano a y lejos de querer instalar un nuevo debate entre federalismo y unitarismo, lo que necesitamos en lo cotidiano quienes vivimos lejos de la zona metropolitana, es contar con autoridades que tengan una visión integral y federal de la Provincia.
Hoy, desde el radicalismo bonaerense con Maxi Abad a la cabeza, tenemos la firme decisión política de desmantelar la burocracia bonaerense y potenciar a los municipios, herramientas que nos permitirán generar proyectos regionales que desarrollen nuestros recursos humanos, induzcan al emprendedurismo y potencien nuestras PyMEs, generando más y mejores empleos privados genuinos, haciendo rodar de esa forma la rueda del desarrollo.
Otorgarles autonomía a los municipios, unificar las intervenciones estatales en regiones únicas y racionalizar los espacios de gestión provincial (un solo espacio físico multifuncional) es un primer paso que solo encontramos en las propuestas y los programas de políticas públicas que impulsan la UCR.
Por eso creo que las localidades que integran esta región de la Provincia tienen todo para ser la zona más pujante de la Argentina. Solo le falta un gobernador con la mentalidad federal de Maxi Abad que pueda poner en marcha un verdadero cambio radical.
Nerina Neumann – Convencional nacional de la UCR
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