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Revilla reclamó, una vez más, la presencia del Estado para asistir a productores afectados por la sequía

“Las pérdidas son irreparables”, señaló en su proyecto la senadora provincial del radicalismo.

Revilla reclamó, una vez más, la presencia del Estado para asistir a productores afectados por la sequía

La senadora provincial Érica Revilla manifestó, a través de un proyecto de declaración ingresado en la Cámara Alta, su “enorme preocupación por la grave situación que atraviesan los productores agropecuarios bonaerenses generada por una sequía que ha producido pérdidas irreparables e irrecuperables, perjudicando a las distintas cadenas que comprenden a la agroindustria”.

Ante lo señalado, Revilla requirió al Poder Ejecutivo provincial que, “en coordinación con las autoridades nacionales correspondientes, adopten todas las medidas que estén a su alcance para apoyar y acompañar a los productores afectados”.

La crisis es acuciante. En algunas regiones, como el noroeste bonaerense, los cauces de los ríos y arroyos están secos. Lo que miles de productores padecen en diferentes provincias, y en especial la de Buenos Aires, fue corroborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, que indicó que “más del 86% está afectada por la sequía, perdiéndose 80 mil hectáreas de maíz temprano, además de existir más de 3 millones con soja de primera en malas condiciones”.

“Por eso, presenté un proyecto para que el Gobierno provincial, junto al nacional, acompañen a los productores con medidas especiales que les permitan soportar la crisis”, dijo Revilla, y sostuvo que “el oficialismo, una vez más, le da la espalda al trabajo, a la productividad y al desarrollo”.

En sus fundamentos, la legisladora radical, expresó que la sequía está golpeando fuertemente en el campo bonaerense, “generando angustia y desesperanza en los productores, agobiados por los mandos rindes, la falta de lluvia y las altas temperaturas”. Recordó que durante octubre de 2022 “presenté diversos proyectos tendientes a requerir al Gobierno provincial la convocatoria de forma urgente de la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de la Provincia para analizar la grave situación que atravesaban muchos distritos del interior bonaerense”.

Consiguiente a esto, Revilla requirió que se procediera en cada caso puntual a declarar la respectiva emergencia que permita avanzar con las medidas que el marco normativo existente faculta, “entre las cuales podemos mencionar acceder a diferentes líneas de créditos del Banco de la Provincia, como así también a diferentes beneficios impositivos y fiscales en el orden provincial y nacional (prórroga y/o eximición del impuesto inmobiliario Rural, suspensión de ejecuciones fiscales, deducción de ganancias, diferimiento del vencimiento general de las obligaciones impositivas del pago y/o anticipos sobre bienes personales y a la ganancia mínima presunta, entre otras)”.

 

“Dado que la situación desde octubre hasta la actualidad se ha complejizado enormemente, es que considero de extrema necesidad requerir al Gobierno provincial que junto al Gobierno nacional extremen todas las medidas que estén a su alcance dado que las pérdidas no solo se dan en el sector agrícola, ya que en el sector ganadero la sequía genera el achicamiento de los campos para su pastura, además de que en días de intenso calor como los que estamos viviendo en este mes de enero, un animal adulto puede consumir hasta 80 litros de agua, lo cual demuestra la preocupación en toda la cadena agropecuaria”.

“Las pérdidas son realmente tristes y alarmantes. En la zona agrícola núcleo, que comprende el sur de Santa Fe, el norte bonaerense y el sudeste de Córdoba no dejan de descontarse pérdidas a causa de la sequía o relevarse un agravamiento de la situación”, comentó. “De acuerdo a la BCR, allí ya se perdieron 80.000 hectáreas de maíz temprano (siembras de octubre-parte de noviembre) que “dejarán US$1500 por hectárea de pérdidas en campo alquilado y US$780 por hectárea en propio. En tanto el maíz tardío (siembras de diciembre) resta aún por sembrar un 12%. En las últimas tandas sembradas, por el atraso, ya estiman mermas de un 30% y pérdidas de casi US$350 por hectárea para campos alquilados”, explicó.

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