Es actriz y escritora, su obra NINA fue nominada a los premios Estrella de Mar en Mar del Plata.

María es una joven rauchense que desarrolla sus actividades en Mar del Plata, estuvo haciendo la obra NINA en la misma ciudad, dirigida por Fernando Pereyra, de la cual es protagonista. Fue nominada a los premios Estrella de Mar como Mejor espectáculo unipersonal. Sobre esto María cuenta que “mi personaje es una actriz que hace tiempo no tiene un papel para actuar, de hecho, se encuentra trabajando en el guardarropas de un teatro aspirando a que algún director la descubra mágicamente. Lo creé con el corazón, enteramente, pensando en mis propias frustraciones y anhelos, y construyendo un puente entre éstas y las de mi personaje”.
Y agregó que “la nominación fue un mimo, la cantidad de trabajo que hay atrás de la obra es inmensa. Fueron meses de ensayos e investigación. Los premios te dan alegría, pero ni se compara con lo que siento en cada noche en el escenario”.
Ya lleva escritas y publicadas dos novelas “Los Platos que Rompí” y “Un dolor sin nombre” y relata que empezó a escribir su primera novela en pandemia. “Supongo que fue porque no podía salir, ni actuar, ni interactuar. Pero también estaba inmersa en algunas cuestiones personales, me sentía atrapada, toda mi expresividad estaba coartada por las circunstancias. Después decidí publicar. Lo hice de manera independiente, conseguí una editorial y me mandé. Todavía tengo el sueño de que un sello financie mis publicaciones y me brinde cierto respaldo y poder ocuparme solo de escribir que es lo que me gusta, pero no es fácil”.

En este sentido, desde Alem le consultamos cómo comenzó su camino en el mundo del arte y respondió que “de chica no hacía talleres que tuvieran algún tipo de relación con lo artístico, era muy tímida. Pero siempre me gustó mucho leer y observar mi entorno, terminaba un libro y quería más, más historias, más experiencias, más personajes. Así fue como empecé a escribir, las historias que tenía en mi biblioteca ya no me alcanzaban”. Y agregó “las había leído demasiadas veces y siempre contaban lo mismo, obviamente, así que empecé por redactar finales alternativos a los cuentos clásicos, esto a los seis/siete años. A la vez, antes de aprender a escribir, recuerdo recostarme con mi mamá y mi hermano y ella, cansada de leernos siempre lo mismo para dormir, nos sugería que creásemos nuestras propias ficciones. Las inventábamos en el momento, pensando en voz alta. Supongo que fue entonces cuando todo comenzó: la posibilidad de crear lo que no existe.
Sobre el teatro cuenta que “surgió por la necesidad de pasar por mi cuerpo esas historias. Ponerme a merced de lo que un personaje ha vivido y, con esto, apropiarme de su experiencia también, aprender de ello”.
Lo que más disfruta de la escritura es que no depende de nada ni de nadie para darlo todo, para crear un mundo ficticio y moverse en él por lo que duran los capítulos. “Realmente lo hago sin pensar en el después, si va a gustar o no, si va a funcionar. Lo hago para mí y después lo comparto porque me hace feliz”.
En tanto, de la actuación “amo la adrenalina, esa cosa del teatro que es en tiempo real. Que nace y muere en cada noche y con la complicidad del público que se haya acercado a esa función. Es el desafío de hacerlo cada vez como si fuese la primera”.
Y concluye “hacer arte, para mí, es brindarse por completo, es una ofrenda que se hace desde el amor y la entrega. Y no me alcanza ni el intelecto, ni las manos, ni la voz, ni el cuerpo, ni los colores, ni las formas para sentirme “realizada”. Y ojalá esto nunca cambie, porque tengo avidez por hacer”.
Finalmente, comentó sobre sus proyectos a futuro “con respecto al teatro, estoy viendo la posibilidad de hacer una gira con NINA, sacarla un poco de paseo. Pero también leyendo algunas obras de teatro nuevas para llevar a escena. Tengo algo escrito que podría convertir en un unipersonal, sería como juntar ambas profesiones en una».
Y agregó que ya está trabajando en su tercera novela, «estoy muy entusiasmada con la historia», y espera compartirla pronto.
Compartir nota