La Biblia dice en Eclesiastés 5:4: “cuando a Dios haces promesa no tardes en cumplirla porque él no sé complace en los insensatos, cumple lo que prometes; mejor es que no prometas y no que prometas y no cumplas”. Considero que todos en mayor o menor grado fallamos en esto con los amigos con la familia etc. Reconocemos el error, nos disculpamos y las relaciones vuelven a la normalidad. Pero cuando la promesa se realiza entre Dios y personas que habrán de asumir responsabilidades como autoridades civiles, el compromiso es serio. Porque se jura con la mano sobre la Biblia, la palabra de Dios y la frase de advertencia es: “si así no lo hiciereis Dios y la patria os lo demanden”.
No es nuestra costumbre emitir juicios sobre determinadas situaciones o personas, este enfoque tiene que ver con JUSTICIA y VERDAD.
Es Dios quién está demandando por promesas incumplidas; algunas son muy graves porque están mezcladas con mentiras, codicia, orgullo o figuración. Dios dice que su justicia “engrandece la nación” (lee Proverbios 14:34) pero también dice que el pecado la empobrece. Dios está dispuesto a bendecir Argentina, por eso está demandando el pecado.
Cuando la justicia florezca nuestra patria toda gozará de bienestar; oramos por esto.
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