Dar gracias a Dios por todo es difícil para quienes hayan perdido seres queridos, es la prueba más dura. Nuestro deseo y oración por un pronto consuelo llegué a todo corazón dolido.
Las culturas y tradiciones en el mundo entero siguen sus hábitos; unos de una forma y otros de otras; varían sus prácticas y costumbres. Pero el ser humano en cualquier parte es feliz o amargado, ríe o llora, perdona u odia, se esfuerza o se abandona, vive o muere (lee tu Biblia Hebreos 9:27) Esta es la realidad que vemos: el tiempo pasó, medido por calendarios que se repiten, días meses, años. Nosotros viajamos en este tren de la vida; muchas circunstancias suceden en los trayectos de cada año, será muy benéfico entender como decidimos realizar esta etapa de 12 meses, si es con optimismo y confianza puestos los ojos espirituales en Dios por Cristo. A esa actitud le llamamos fe. Pero esa fe necesita nuestro aporte humano, esfuerzo, dominio propio, paciencia, con esta conducta iremos haciendo el año agradable y bueno que Jesús promete Según dice San Lucas 4:19 (lee tu Biblia) pero recordemos que Jesús dice: “yo soy La Vid” (la planta) nosotros los “pámpanos” (ramas) separados de El, no habrá fruto (lee tu Biblia en San Juan 15:5).
Dejamos atrás otro año; nos arraigamos en Cristo, confesando un año grato, pleno de restauración
de afectos, salud y prosperidad