Fue uno de los primeros periódicos insignia del radicalismo en la primera mitad del siglo pasado y aún sigue vigente

La historia argentina desde sus orígenes está signada por la necesidad de tener un medio de difusión de ese bagaje de ideas que comenzaba a construir un “nosotros”. Remontarnos a la Primera Junta de Gobierno de mayo de 1810, está indisolublemente ligado a La Gazeta de Buenos Ayres, y a su impronta morenista.
Ya en la Generación del 80, sus hombres también fueron tributarios de lo que hoy conocemos como periodismo gráfico, a medida que creció el núcleo de alfabetizados que convergían en un mismo idioma, el castellano. Aún hoy continúan su tarea La Capital (Rosario); La Prensa o La Nación, constructores de aquellos primeros años en que los diarios acompañaron el proceso de la organización nacional.
A todo ese orden democrático de las elites y a sus medios, se opuso un colectivo creciente de nuevos actores que protagonizaron cuatro fallidas revoluciones armadas (1890; dos en 1893; y 1905) tras el reclamo del sufragio universal, secreto y obligatorio. A esa violencia disconforme en los grandes cascos urbanos, se sumaron voces disidentes desde la gráfica.
El yrigoyenismo tuvo en el diario La Época (quemado y saqueado en el golpe de Uriburu) a su nave insignia; mientras que en Córdoba, el aún vigente La Voz del Interior, y el desaparecido diario La República, también acompañaron el tiempo radical. El vespertino El Censor y el diario El Sud de Bahía Blanca; La Justicia de Mercedes; el diario Alem en Rauch (continúa hoy en formato digital); Tribuna de Tandil; El Deber de Tapalqué; La Verdad de Quilmes; fueron sólo algunas de las publicaciones que sintonizaron con el radicalismo bonaerense en la primera mitad del siglo pasado.
“La prensa periódica cumplía un rol especial en la construcción de las trayectorias políticas y todos los dirigentes y los partidos –o las tendencias internas de éstos- la utilizaban en alguna instancia para incidir en el electorado y, más ampliamente, en la población”, subrayó en su trabajo, Ferrari.
La doctora en Historia, Marcela Ferrari, en su libro Los políticos en la república radical, editado por Siglo XXI, dio cuenta del andamiaje de los medios de comunicación en aquellos años, que vino a enfrentar el mensaje que irradiaban los preexistentes, mixturando clericalismo y conservadurismo.
Fuente: Infobae
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