«La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder»
Las sabias palabras de San Martin no dejan de hacer eco en los millones de argentinos que ven absortos uno tras otro los dichos del presidente. Y es aquí, en esta frase, donde encontramos certezas para explicar como un presidente que supo estar en el 82% de imagen positiva en marzo de 2020, hoy y por tercer mes consecutivo se mantiene en el mayor nivel de desaprobación de su gestión.
Comenzando, desde la intervención al Grupo Vicentín por medio de un Decreto de Necesidad y Urgencia 522/2020 una medida ilegal e inconstitucional, que avasalla las facultades del Poder Judicial, deteriora la seguridad jurídica y la confianza en nuestras instituciones. Siguiendo por las excarcelaciones masivas dictadas por los Jueces de Ejecución Penal y Tribunales de Casación Penal que fueron acompañadas por el Presidente. Y pasando por el incidente con el vacunatorio Vip y las demoras en la prometida llegada de vacunas en enero, los vectores se cruzan y la imagen negativa en esa materia empieza a superar a la positiva. Incluso, un 16% de los votantes en 2019 del FDT hoy no apoya tampoco la gestión en salud.
Pero si hay algo que el presidente no puede superar es su tendencia a las declaraciones discriminatorias y estereotipadas. Iniciando con “el personal de salud se relajó” o “Todo este tiempo he hablado con maestras de escuela de chicos con capacidades diferentes, de lo difícil que se les hace trabajar con esos chicos, que no entienden la dimensión del problema sanitario que enfrentan.” Parecían insuperables hasta que llegaron: «Los mexicanos salieron de los indios, los brasileños salieron de la selva pero nosotros, los argentinos, venimos de los barcos» seguida en pocos días por “Tenemos descendientes que se convirtieron en afroamericanos.”
De acuerdo a una encuesta de opinión pública de Giacobbe y Asociados hoy la imagen negativa del presidente escaló al 61,5%. Parece que los pedidos de disculpa no alcanzan, y menos cuando vienen seguidos de desplantes, desconocimiento y soberbia. Así paso el presidente por Salta a conmemorar los doscientos años de Güemes ignorando las tradiciones y la cultura de esa provincia. Este hecho provocó que los sectores tradicionalistas de Salta realizaran un “ponchazo” para homenajear por su cuenta al prócer y a la vez protestar por el destrato de la comitiva presidencial.
En reiteradas oportunidades escuchamos al presidente de la nación plantear que su plan de gobierno fue hecho sin saber que iba a existir una Pandemia. Esto es cierto, pero no es excusa para la impunidad, la soberbia y el destrato. Entre otras cosas como: el manejo de la pandemia y la economía, son la inexactitud, la falta de tacto en sus dichos y el desconocimiento de la diversidad cultural de nuestro país lo que han desplomado la figura presidencial. Y aunque fomentan la grieta poniendo la culpa siempre en el otro, esta vez no hay nadie más responsable de dilapidar su imagen que el mismísimo presidente Alberto Fernández.
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