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Las residencias médicas bajo la mirada de los profesionales de la UCR

Un tema grave que está en la agenda partidaria para modificarse en el futuro inmediato.


“Hay poco interés en las residencias clínicas. Es una tendencia que viene en aumento todos los años. Hay una nueva generación de médicos jóvenes que no está dispuesto a trabajar muchas horas por poca plata. A futuro es un problema de salud pública gravísimo. En cinco o diez años va ser un escenario muy difícil”, dijo Pablo Moreno, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría al diario “Clarín”, uno de los medios que describió la realidad de lo que sucede en el sistema de salud con los médicos residentes.

Clarín tituló “Cuatro razones por las que hay cada vez menos pediatras y un pronóstico alarmante” y apuntó a “sueldos bajos, una carrera que dura 12 años, estrés y pluriempleo son las razones por las que muchas residencias quedan sin cubrir”.

Este tema fue abordado en el Encuentro Provincial de Salud que organizó en mayo la Fundación Poder Buenos Aires del Comité Provincia, y que los profesionales del radicalismo continuaron advirtiendo sobre la gravedad de las vacantes que surgen cada año.

Uno de ellos fue el Dr. Marcelo García Diéguez, asesor de la Fundación, quien ahora indicó: “Desde las residencias, a una carrera profesional que no puede asegurar un futuro deseable ni en el sector público ni en la seguridad social. Es urgente repensar el sistema, el capital humano no es ajeno al resquebrajamiento del sistema que esta en modo ‘sálvese quien pueda”.

También opinó el exministro de Salud de la Nación, Sergio Rubinstein, quien diagnosticó que el déficit en algunas especialidades críticas “como medicina familiar, pediatría y neonatologia, terapia intensiva y anestesiología es alarmante. Bajos salarios, falta de carrera profesional, y una gran desmotivación y desgaste por la pandemia”. A su vez, reclamó que con urgencia que se aborde la situación.

Una carrera médica demanda mínimo seis años y con esfuerzo los jóvenes la cursan, en muchos casos en mayor tiempo porque muchos deben trabajar para solventar el costo. Al salir con el título tienen posibilidades de trabajar y recuperar la inversión o simplemente transitar la vida de otra manera, menos apremiante. Pero la motivación de ellos es profesionalizar su carrera y acuden a una residencia que habitualmente implica 12 horas diarias, donde sus ingresos decaen abruptamente, con magros ingresos, y por cuatro años la situación se torna nuevamente complicada, escasa de motivaciones.

Alejandra Lordén, diputada y médica, sostuvo que “la caída de aspirantes para residencias médicas, sobre todo en especialidades prioritarias, echó luz sobre la crisis estructural de una parte esencial del sistema de salud. Los sueldos atrasados, la sobreexigencia laboral y el nulo reconocimiento llevan al límite la situación”.

Para presidenta de la Fundación Poder, “es necesaria una mirada federal que coordine y, sin lesionar las autonomías, imprima coherencia a las gestiones provinciales de salud. Nadie gana en este contexto de precarización. Excelencia en la formación y buenas condiciones de trabajo son aspectos imprescindibles”.

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