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Las dos caras de la misma moneda


La inflación del 100% en Argentina está generando un boom del consumo y un aumento de trabajadores pobres.

Encontrarte con precios más caros cada vez que salís a hacer las compras es una de las consecuencias de vivir en un país con más del 100% de inflación por año, una de las más altas del mundo.

Aquí desde hace una década que la inflación anual no baja del 25%, y en los últimos años ese número se cuadruduplicó.

Sin embargo, nada se compara con lo que se está viviendo este año, en el que los problemas internos, ahondados por los problemas externos, han llevado a una aceleración de la inflación que no se veía desde la crisis de 2001-2002, que dejó a más de la mitad de la población en la pobreza.

Los precios van aumentando de acuerdo con el costo necesario que se tendrá que pagar a fin de mes para reponer ese producto. Algunos aumentan de acuerdo con la inflación del mes previo. Es imposible saber qué es caro y qué es un precio razonable, porque no hay contra qué comparar.

Aunque la inflación afecta la vida de todos los argentinos, el impacto es muy dispar según en qué grupo se esté. Quienes tienen salarios que aumentan a la par de la inflación viven una realidad, y la vasta mayoría, que pierde poder adquisitivo mes a mes, vive otra. Los primeros son los grandes responsables del boom del consumo que vive Argentina, un fenómeno que sorprende a muchos locales, que se preguntan cómo es posible que los restaurantes estén que explotan y las tiendas estén colmados en medio de la crisis. La explicación no es solo que sigue habiendo una mínima parte de la sociedad con ingresos altos o medio altos. También es que muchos de ellos, e incluso personas con ingresos más modestos, están optando por consumir en vez de ahorrar, porque el dinero pierde valor día a día.

Pero en la cara opuesta de esta Argentina opulenta hay millones de personas que no llegan a fin de mes y cada vez tienen que ajustar más el cinturón, incluso cortando productos básicos.

A esto le sumamos otro conflicto que pone en jaque a miles de familias. La industria automotriz está siendo golpeada por el extenso conflicto laboral que atraviesa el sector de neumáticos. Luego de un paro que empezó el jueves y que aún permanece vigente, las tres empresas que producen cubiertas en el país se encuentran paralizadas. No se están produciendo neumáticos en forma local y ahora la única oferta disponible es la importada. Fate, Bridgestone y Pirelli producen en Argentina cerca de 10 millones de neumáticos al año. Movilizando no sólo la industria, sino garantizando puestos de trabajos que están en peligro.

Parece que el ”viaje de egresados” por parte del Presidente y su comitiva, está muy alejado de la realidad que millones de argentinos tenemos.

En Rauch vivimos una realidad mejor, el esfuerzo del gobierno municipal, gana al valor de la inflación, dándole al sector, un aumento no previsto del 8% al salario…

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